(no subject)
Jan. 27th, 2005 08:15 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png){kind=small}
logovo1Traducción a la brava, asi que cuidado.
Fragmento del artículo en inglés, La Era del Ego de Christine Rosen.
El control remoto trasladó el poder al individio, y las tecnologías que adoptaron este principo —el Walkman, la Videograbadora, las Videograbadoras Digitales como TiVo, y aparatos musicales portatiles como iPod— han creado un mundo donde el control del individuo sobre el contenido, estilo, y la oportunidad de lo que consume es casi absoluto. Detallistas y proveedores de entretenimiento se concientizan en incrementos de nuestro historial de compras y las vaguedades de nuestros gustos particulares. Como consumidores esperamos que nuestra television, nuestra música y nuestros libros este disponibles “a demanda.” Hemos creado y adaptado tecnologías que nos permiten hacer de nuestras preferencias un fetiche.
Los efectos a largo plazo de esta profunda individualización y alta tecnologización cultural sobre literatura, entablamiento de debate politico, la apreciación de arte, crítica considerada, y el moldeo de gusto es difícil de percibir. Pero vale la pena explorar como las mas poderosas de estas tecnologías existosamente han modificado nuestros hábitos y pasatiempos. Al darnos la ilusión de control perfecto, estas tecnologias corren el riesgo de hacernos incapaces de ser sorprendidos. Animan no la cultivación de gusto, sino la insensible repetición de fetiche.
Fragmento del artículo en inglés, La Era del Ego de Christine Rosen.
El control remoto trasladó el poder al individio, y las tecnologías que adoptaron este principo —el Walkman, la Videograbadora, las Videograbadoras Digitales como TiVo, y aparatos musicales portatiles como iPod— han creado un mundo donde el control del individuo sobre el contenido, estilo, y la oportunidad de lo que consume es casi absoluto. Detallistas y proveedores de entretenimiento se concientizan en incrementos de nuestro historial de compras y las vaguedades de nuestros gustos particulares. Como consumidores esperamos que nuestra television, nuestra música y nuestros libros este disponibles “a demanda.” Hemos creado y adaptado tecnologías que nos permiten hacer de nuestras preferencias un fetiche.
Los efectos a largo plazo de esta profunda individualización y alta tecnologización cultural sobre literatura, entablamiento de debate politico, la apreciación de arte, crítica considerada, y el moldeo de gusto es difícil de percibir. Pero vale la pena explorar como las mas poderosas de estas tecnologías existosamente han modificado nuestros hábitos y pasatiempos. Al darnos la ilusión de control perfecto, estas tecnologias corren el riesgo de hacernos incapaces de ser sorprendidos. Animan no la cultivación de gusto, sino la insensible repetición de fetiche.